Su estancia en Plasencia ha sido muy corta, ya que llegaron el martes para montar su expositor en la puerta del Sol y el jueves ya lo estaban desmontando. Llegaron desde Lugo para instalar hasta después de Semana Santa una pulpería en la feria de artesanía. Era la novedad de este año y uno de los reclamos para quienes se acercaron el primer día de la feria hasta la plaza del caballo. Los placentinos llegaron a ver cómo pelaban las patatas para las raciones, pero no llegaron ni a degustarlas.

Aunque al principio nadie supo porqué no comenzaban a cocinar, la noticia se fue haciendo eco entre los asistentes. Y es que, el ayuntamiento había ordenado retirar el stand debido a que no tenía permiso para su instalación. Así lo informó ayer la alcaldesa Elia María Blanco, quien concretó que "los tenderos colocan sus expositores, pero luego tienen que presentar el permiso y estos no lo tenían".

OTRA VERSION Fernando Cardona, organizador y responsable de la empresa emeritense Sonobel, argumentó, por su parte, que "el consistorio le ha dado a mi empresa el permiso para desarrollar la feria y ese puesto estaba dedicado a la degustación de productos gallegos", aseguró.

Cardona considera, además, que el motivo real por el que lo han retirado es por estética. La carpa no guardaba consonancia con el entorno, "por lo que es cierto lo que dice la alcaldesa, ya que si lo incumplen, es como si no tuvieran permiso".

Sin embargo, la encargada de la pulpería, Diana Ferreira, destacó que, verbalmente, le habían dado el permiso. Por ello, esta se dirigió al consistorio ayer para conocer las causas y le hicieron saber que, durante estos días, en Plasencia va a estar un representante técnico para que valore si la ciudad merece ser Patrimonio de la Humanidad y "parece ser que nuestra carpa provocaba un gran impacto visual en la zona y por eso no les ha gustado", explicó.