El pleno del ayuntamiento rescindirá este mismo mes el contrato para la construcción del centro de tratamiento de residuos, lo que implica que tampoco este año podrá sellarse la escombrera. La concejalía de Servicios Municipales se ha visto obligada a tomar esta medida tras cumplirse el pasado día 20 el último plazo otorgado a la empresa adjudicataria, Sani Gestión, para iniciar el proceso.

Debía haberlo hecho en junio, pero visto que aún no había tramitado la calificación urbanística con la justificación de que tenía que buscar unos terrenos alternativos al haberse detectado filtraciones de agua en los primeros, el ayuntamiento optó por darle un tiempo prudencial que tampoco ha cumplido. "Ya no va a haber más plazos -indicó la concejala delegada, Carmen Blázquez-- porque hay que ser más serios" y anunció la rescisión del contrato ya en el pleno de este mes.

PROLIFERAN ESCOMBRERAS La concejala explicó que ahora se procederá a pedir ofertas a varias empresas, por el llamado procedimiento de negociado, para evitar un mayor retraso al sellado de la escombrera, que está pendiente por mandato comunitario desde que gobernaba el PP con José Luis Díaz en la alcaldía. Ya entonces estaba saturada y, entre tanto, han proliferado las escombreras ilegales mientras que la de Valcorchero sigue recibiendo desechos de obra. Menos por el parón de la construcción, pero que incumplen la normativa europea por sus efectos medioambientales.

El gobierno municipal del PSOE dio, sin embargo, el paso de adjudicar la construcción del nuevo centro de residuos en el primer trimestre del año a condición de que la empresa concesionaria tramitara la calificación urbanística de los terrenos. Debía levantar una planta de reciclado en un encinar y, al mismo tiempo, sellar y regenerar la actual escombrera para convertirla en un mirador. Pero nada más se supo y el ayuntamiento ha optado por rescindir el contrato tras varios intentos por reconducir la situación.

Mientras tanto, se supone que las empresas de la construcción solo arrojan en la escombrera municipal escombros no orgánicos aunque confiesan no saber qué hacer con el resto y la entrada a Plasencia es lamentable.