Por un delito de desacato a la autoridad es por lo que el ayuntamiento ha llevado a los tribunales al propietario del asador de pollos situado en la puerta del Sol. Este tiene orden de cerrar el establecimiento, desde el pasado 15 de mayo, pero ha desobedecido y el establecimiento sigue abierto al público. Así que ahora será el juez el que decida cómo actuar contra él por seguir llevando a cabo una actividad que debería haberse paralizado hace ya casi quince días.

Fue hace un mes y medio cuando la junta de gobierno local decidió abrirle un expediente por carecer de licencia de apertura, aunque le dio un plazo de diez días para que presentase las alegaciones pertinentes. La denuncia llegó por parte de la presidenta de la comunidad de vecinos en la que se encuentra el asador, quien pidió su cierre por estar clasificada la actividad como molesta por la producción de gases, ruidos y olores, problemas que perduran desde hace años después de que la medida correctora que pidió el ayuntamiento no haya dado resultado. En ello se basa el consistorio y en que el dueño no ha aportado certificado técnico completo sobre medición de aislamiento y transmisión de ruidos "porque lo que está perjudicando a mucha gente", dicen fuentes municipales.

Por su parte, los afectados, que recogieron firmas para que no les cerrasen el negocio, siguen atendiendo a los clientes y no han querido hacer declaraciones al respecto. Así es como esperaran a conocer la decisión que les llegará directamente de los tribunales.