La escritora madrileña Marta Sanz acompañó ayer a los alumnos de Bachillerato de la ciudad, en una clase de Literatura muy especial en el IES Virgen del Puerto.

Marta Sanz es doctora en Filología e imparte clases en la Escuela de Escritores de Madrid. Colabora con varios medios de comunicación como El Cultural o El Viajero. Tiene varias publicaciones en el mercado y galardones que acreditan a algunas de ellas, como Farándula , su última novela, una obra crítica con la tele realidad y con los vicios y realidades sociales del mundo actual.

A media mañana, los alumnos del resto de institutos de la ciudad llegaban a la aula de música del Virgen del Puerto para encontrarse con la escritora. El acto lo presentaron dos alumnas del centro, Serena Sánchez y Ada García.

Ambas presentaron las obras literarias de la autora, ante la mirada atenta de esta. Analizaron sus dos novelas policiacas: Black, black, black y Un buen detective no se casa jamás , títulos que según la autora, muestran los rasgos de la novela policiaca: el impacto.

Marta Sanz explicó que últimamente tiene muchos encuentro con jóvenes: "Voy a muchos sitios". Le gusta la interacción, las preguntas de los jóvenes y el diálogo con trasfondo literario.

Aseguró que para ser escritor "es necesario ser cotilla, poner las orejas, mirar las ventanas y abrir las cómodas prohibidas de nuestra casa cuando somos jóvenes". Las denuncias sociales de sus novelas nacieron así, de los problemas de los vecinos de su escalera. La xenofobia, la violencia, el maltrato infantil, la intolerancia... Entre risas, la autora se alegra de que sus vecinos no lean libros.

Sanz también es crítica con la literatura comercial: "Las novelas que se escriben ahora son novelas comerciales, en vez de que los lectores nos hagamos preguntas, nos dejan tan tranquilos. La cultura que merece la pena, los libros, las series, las películas... es la que deja espacio a las preguntas".

Marta Sanz es crítica: "Leer libros nos abre los ojos y nos puede hacer daño". Ella no pretende hacer daño, pero sí abrir los ojos de sus lectores. "A veces ser crítica te posiciona en una situación incómoda".