Policías locales dieron el alto el sábado por la noche a un conductor que huyó a toda velocidad por el centro y resultó ser un menor, que fue detenido por conducción temeraria. El joven, de etnia gitana, aceleró su BMW cuando se cruzó con un coche patrulla de la policía local hasta que pudo ser detenido sin causar incidentes en la persecución, según fuentes policiales. Al ser menor se le dejó marchar a dormir a casa a la espera del juicio rápido, pero no así al padre, que fue retenido en comisaría por atentado a la autoridad acusado de golpear a un agente cuando se presentó a buscar a su hijo.

De suerte que en su atropellada huida, el joven no causó ningún accidente, aunque sí puso en peligro la seguridad vial. Según los policías, pudo perder los nervios cuando se percató de la presencia del vehículo policial al no tener carnet de conducir y reaccionó acelerando el BMW que conducía, que por cierto está a nombre de alguien con una causa pendiente que tendrá que ir a retirarlo al depósito municipal de Capote.