La Policía Nacional ha detenido a un clan familiar de Plasencia dedicado al tráfico de drogas al por mayor y al menudeo, a los cuales les ha sido incautado 2.628 gramos de heroína, el mayor alijo de la región en los últimos tiempos y uno de los más importantes del país.

El Jefe Superior de la Policía Nacional en Extremadura, Miguel García Izquierdo, ha explicado en rueda de prensa que el clan, compuesto por un matrimonio de 51 y 55 años, con antecedentes penales por tráfico de drogas, y el hijo de 28, se encuentra ya en prisión.

Además, ha indicado que la cantidad aprehendida, a la que hay que sumar 837 gramos de cocaína, suponen unas 30.000 dosis que en el mercado ilícito podrían haber superado los 300.000 euros.

García Izquierdo ha incidido en "la importancia del alijo incautado" y ha añadido que en heroína es una cantidad "poco habitual" porque "ya no es una de las drogas que más se manejan en el mercado" y que por ello "hace pensar que la distribuían tanto a consumidores de Plasencia como en el norte de Extremadura y las provincias limítrofes".

Por su parte, el delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, ha detallado la Policía tuvo conocimiento de la existencia de un clan familiar dedicado a la venta de sustancia estupefaciente a pequeña y mediana escala y que ejercía esta "actividad ilícita" en la capital del Jerte y sus alrededores, haciendo de ella su medio de vida.

Este clan familiar residía en el barrio de San Lázaro de la localidad de Plasencia.

López Iglesias ha concretado que los procesos de vigilancia a los detenidos permitieron determinar que los investigados habían dedicado uno de los domicilios, el del matrimonio, a la venta de sustancia estupefaciente "al menudeo", que vendían a conocidos politoxicómanos de la ciudad.

En la mayoría de las ocasiones, estos politoxicómanos lo consumían en los fumaderos habilitados en el interior del domicilio, dificultando así la labor policial.

El delegado del Gobierno ha dado a conocer que en este domicilio residían el cabecilla del clan familiar y su mujer.

El primero de ellos se encargaba de la vigilancia exterior para detectar la presencia policial, de la selección de los clientes y de la entrega directa de la sustancia estupefaciente a los toxicómanos. Su esposa se encargaba del control del "fumadero".

El segundo domicilio estaba dedicado a guardar la droga y a su venta "al por mayor" y al lugar acudían otros pequeños traficantes del barrio, conocidos por los investigadores, para proveerse de tales sustancias.

Esta actividad, ha añadido, era mucho menos llamativa y más difícil de detectar por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Con toda esta información, el pasado viernes, 13 de junio, se realizaron las entradas y registros en los domicilios de los investigados, según ha indicado el Delegado.

En estos registros se procedió a la detención de tres personas, y a la incautación de 837 gramos de cocaína, 2.628 gramos de heroína y la intervención de 11.257 euros en efectivo, además de varios teléfonos móviles, dos básculas de precisión y pequeñas joyas con las que, supuestamente, los toxicómanos pagaban la sustancia estupefaciente.

Se da la circunstancia de que en el momento de realizarse la entrada en el domicilio del matrimonio detenido, los cuales intentaron impedir de forma violenta, había tres toxicómanos consumiendo sustancias estupefacientes en uno de los fumaderos habilitados al efecto.