Por fin dejaron los amantes de la feria de mirar al cielo después de que ayer por la tarde saliera el sol e hiciera estrenar a algunos los abanicos regalados por el ayuntamiento para aguantar las cañas .

La primera jornada de cañeo fue más tranquila de la que se espera hoy, primer día festivo de la feria, pero las calles del centro y sobre todo, las incondicionales como Vidrieras y Maldonado, estuvieron llenas. Además, los bares de la plaza pudieron sacar sus improvisadas barras a la calle, después de que el alcalde se echara atrás en su prohibición, a golpe de bando, de instalarlas. A esto se unieron las charangas, que animaron aún más el ambiente recorriendo las calles y arrancaron bailes a su paso.

Ya por la tarde, mientras unos seguían con las cañas , los niños volvían a disfrutar de hinchables y juegos en la Torre Lucía y por la noche, las protagonistas fueron un año más las casetas, con sus tradicionales cenas de inauguración de la feria, seguidas del baile a cargo de las orquestas que no faltan a su cita anual.

PLACAS A TRES FERIANTES

Precisamente, una caseta, la del Sombrero, vivió la noche del jueves un momento especial al entregar su presidente --a la sazón presidente de la federación de peñas-- tres placas a los feriantes más antiguos: Luis Ortega Esquiza, Angel García Sevilla y Gabriel Cervera Torres. Ladislao Granados también aprovechó para dar los trofeos a los ganadores del primer concurso de mus y tute organizado con motivo de la feria.

Eso fue después del encendido del ferial y los fuegos artificiales, que provocaron un pequeño fuego de pasto, sofocado rápidamente por los bomberos. Hoy volverán los juegos infantiles, cañas y baile en las casetas.