Reír. Sin parar. Jartarse de reír, como dirían en Andalucía, y salir «destrozado de la risa». Es la única pretensión de Dos hombres solos, sin punto com... ni na, que se representa mañana en Villanueva de la Serena y el sábado en el teatro Alkázar, a las nueve de la noche.

Es la segunda vez que esta obra llega a Plasencia y lo hace porque «para sorpresa de propios y extraños, hubo un lleno absoluto. La gente salió contentísima y hemos querido volver a los teatros donde hemos llenado».

Lo explica Manolo Medina, uno de los dos protagonistas y a la vez autor de la obra, que lleva ya 16 años representando con éxitos en cada escenario. Desde hace cuatro, lo comparte con Javier Vallespín, que «le dio un cañonazo de agua fresca» y al que califica de compañero y amigo.

Juntos han transformado lo que era una obra de 45 minutos en una que dura dos horas y cuarto. «¿Que si improvisamos?» Improvisan y resuelven todo lo que sucede en el escenario, «el lugar donde suceden las cosas más extrañas», sin que el público lo note. Eso a pesar de que antes de cada función «estamos atacados de los nervios, hasta que ponemos el pie en el escenario».

Manolo recuerda que escribió Dos hombres solos como un favor a un amigo que inauguraba un pub y, en 16 años, les ha recibido la reina Sofia y han conseguido numerosos premios. Cuenta la historia de dos hombres heterosexuales que viven juntos. Uno trabaja y el otro es el ama de casa, con mandil y abanico de lunares incluido. «Es un homenaje a las maris. Está basado en un amigo y en mi madre y no trata de desmontar clichés, ni prejuicios, ni nada. Por no tener no tiene ni trama. Mi compañero dice que tiene un hilo conductor que no conduce a nada».

Porque como señalaba al principio, lo que persigue es hacer reír. Y tanto lo consigue que Manolo cuenta que en Málaga «una señora se meó literalmente, con charquito y todo. En otra ocasión, una mujer se puso de parto en primera fila, y en Cáceres, a otra le dio una subida de tensión y tuvo que atenderla el Samur».

Así que el mensaje es claro: si quieren reirse «desde el minuto cero hasta que termine la función», vayan a verla. H