Son dos personas queridas en Plasencia, por eso, no es de extrañar que el centro cultural de las Claras se quedara pequeño ayer para asistir al nombramiento de Paco Valverde como hijo predilecto de Plasencia y de Santiago Antón como hijo adoptivo. El primero preside las asociaciones Placeat y Pedro de Trejo y el segundo fue el alma mater de la Obra Cultural de la antigua Caja Plasencia y posterior Caja Extremadura.

De sus virtudes hablaron ayer en un solemne, pero también entrañable y emotivo acto, Gonzalo Sánchez-Rodrigo, amigo y compañero de Antón en la reciente asociación Trazos del Salón y Fernando Valverde. Antes de ellos, el secretario municipal leyó el acuerdo del pleno para el nombramiento y la archivera y cronista oficial de la ciudad, Esther Sánchez, se dirigió a los presentes.

Tras una interpretación musical con Pablo Sánchez al violonchelo y José María Villegas al piano, el alcalde entregó las distinciones a los homenajeados, una medalla de oro con la cara del abuelo Mayorga por un lado y el escudo de Plasencia por otro para Paco Valverde y una idéntica, pero de plata, para Santiago Antón. Además, les regaló una réplica del azulejo que lucen ya la calle Mayorga, que el Ayuntamiento de Plasencia ha dedicado a Paco Valverde por ser la ubicación de la sede de Placeat y la calle Verdugo, dedicada a Santiago Antón por encontrarse allí la sala cultural del mismo nombre.

Tras la emoción del momento, intervinieron los flamantes hijo predilecto y adoptivo. Valverde se definió a sí mismo como resultado de otros, de sus padres, hermanos, educación y de sus experiencias y subrayó la importancia en su vida de Placeat y de su ciudad, de su mujer y de sus hijas.

Antón, recordó cuando, «hace más de cuarenta años», llegó con su pequeña familia a una ciudad «desconocida». «Me he nutrido de una ciudad culta con más de ochocientos años de historia», dijo, de forma que ya se siente un placentino más, incluso, señaló: «Más que preguntarnos qué nos ofrece Plasencia, preguntémonos qué podemos ofrecer nosotros a Plasencia».

Tras ellos, el alcalde, Fernando Pizarro, tuvo palabras de reconocimiento para ambos por lo que hicieron y continúan haciendo por la ciudad y el acto concluyó con la interpretación del himno a Plasencia, con arreglos de Alicia Terrón.