LAS DOS FAROLAS isabelinas y la fuente de la plaza Mayor habrán desaparecido antes de enero. El cambio forma parte de la reforma del mobiliario prevista por la concejalía de Turismo dentro del Plan de Excelencia Turística, que incluye también la sustitución de los bancos y papeleras por otros nuevos. Las únicas que permanecerán serán las polémicas farolas, después de que Raquel Puertas haya decidido no cambiarlas.