Cerveza, vino, rebujito... Cualquier bebida era válida ayer para combatir el calor y encender las ganas de vivir la primera jornada de la feria. Al ritmo de las charangas, cientos de placentinos y visitantes bailaron hasta casi la noche en las calles del centro, demostrando una vez más que la feria es la fiesta grande de la ciudad.

Las calles Vidrieras, Los Vinos, Las Claras... y los soportales de la plaza estuvieron abarrotados durante buena parte del día. La animación llegó hasta las terrazas, porque los dueños de los bares montaron allí sus grifos y barras y la aceptación del público fue masiva. Los barriles de cerveza vacíos se contaron por decenas y muchos camareros no dieron abasto para atender tantas peticiones de bebida y comida.

Además, los bares de copas también se llenaron a partir de media tarde, sobre todo de gente joven con ganas de quemar la feria desde el primer día. Los más atrevidos empalmaron las cañas con las copas de por la noche, y también con el concierto de Miguel Bosé, que ayer captó la atención de numeroso público.

La actuación del polifacético cantante y la presentación de su último trabajo, Papito , sirvió de reclamo para que muchas personas se desplazaran a la ciudad.

Hoy, la feria sigue su curso. La segunda jornada arrancará con la habitual diana floreada por los distintos barrios de la ciudad (10.30 de la mañana). Posteriormente habrá un espectáculo infantil en el parque de La Isla (12.30 horas) y el primer coloquio taurino en el hotel Alfonso VIII (13.30 horas).

Después la actividad volverá a centrarse en el cañeo en la plaza, el ferial y la corrida de rejones (siete de la tarde). Por la noche, cantará La caja de Pandora --entrada gratis-- en el campo de fútbol (once) y llegará la gran verbena popular en El Berrocal.