Los vecinos de Gabriel y Galán están dispuestos a volver a colgar de sus fachadas carteles poniendo en venta sus viviendas sociales para llamar la atención sobre la ocupación ilegal y la compra-venta que aseguran que se siguen dando en el barrio y no dejan de provocar problemas de convivencia. "Parece que es la manera de poner orden --indican los portavoces-- porque mira si la otra vez vinieron enseguida de la Junta y la policía y empezaron a tapiar viviendas".

Mientras el ayuntamiento y la consejería anunciaban recientemente que van a trabajar juntos para frenar esta situación, otro piso social ha sido ocupado por el procedimiento de la patada en la puerta y los vecinos dicen estar cansados de tanto informe social cuando aseguran que se están vendiendo pisos bajo cuerda por menos incluso de 600 euros.

Se preguntan además "qué clase de necesidad social va a tener gente que tienen cochazos aparcados a la puerta", por lo que piden "más actos y menos palabras" a las administraciones local y regional. De hecho ni siquiera coinciden en cifras porque éstas aseguran que son unos sesenta los casos de okupas y los vecinos calculan que superan los cien.

En este sentido, la alcaldesa les pedía recientemente que denuncien los casos que conozcan, pero el vecindario tiene miedo a represalias e instan a los responsables políticos a que sean ellos los que busquen a los ilegales y los persigan. "O nos vamos a tener que convertir también nosotros en ilegales --advirtieron-- y ponernos a vender nuestros pisos para salir de este barrio".