Cada semana acude a la administración de loterías de la calle del Sol en Plasencia para jugar Primitivas, Euromillones y un número fijo de la Lotería Nacional al que está abonado. El martes por la tarde, acudió como siempre y se llevó la sorpresa de su vida al informarle el dueño de la administración, Antonio Merino, de que era el ganador del sorteo de Euromillones del pasado viernes.

«No tenía ni idea, ni lo había mirado y venía a ver si le había tocado algo», por rutina, como siempre desde hace al menos veinte años, cuenta Merino. Pero, en esta ocasión, Merino le preguntó: ¿tú sabes lo que tienes aquí?» No, contestó el ganador del premio. Entonces, el dueño de la administración le hizo pasar a la pequeña trastienda y le dio en privado la noticia de lo que había ganado, 131.000 euros.

De momento, prefiere guardar el anonimato y Merino solo desvela que tiene más de 60 años. En un primero momento, «se llevó una sorpresa, se quedó blancoy me preguntó qué tenía que hacer».

Y ahora, ¿qué? / Porque el propietario de la administración explica que, cuando a alguien le toca un premio por primera vez, no sabe dónde ir, si al banco o a la administración. «Mucha gente no sabe que tiene que venir aquí primero. Nosotros le damos una especie de resguardo, que es el que lleva al banco y este le da un talón nominal o le hace una transferencia, ya con las retenciones de impuestos incluidas».

Así, el martes Merino le dio el resguardo al ganador, quien tenía previsto acudir ayer al banco. Ya lo habrá madurado porque ayer tarde (por el martes) «se quedó blanco. Dijo que no tenía el móvil y que se iba a casa a avisar a la familia y se llevó sus boletos de siempre».

En el Euromillones premiado se gastó 10 euros porque hizo dos apuestas para martes y viernes. Acertó cinco números y una estrella. Merino confiesa que, al conocer al ganador «me he alegrado muchísimo porque es de la casa» y apunta que «se ha quedado a una estrella de ganar 114 millones de euros». «Vaya tela», contestó el ganador al saberlo.