Esta Navidad, los conductores podrán encontrarse controles de alcoholemia por sorpresa en el casco urbano que realizará la policía local con un vehículo camuflado cedido temporalmente por la Junta de Extremadura. Aquellos que den positivo, podrán ser multados por la propia policía local con un mínimo de 400 euros y retirada de cuatro puntos siempre y cuando no hayan cometido ninguna infracción ni se hayan visto inmersos en un accidente, en cuyo caso levantarán un atestado y será el juzgado el que decrete la sanción por el delito, según explicó ayer la policía.

Si el conductor se niega a someterse a la prueba, se expondrá a la multa menor mientras que la mayor, en función del grado de alcohol en la sangre, puede llegar hasta 600 euros y retirada de seis puntos. El edil de Tráfico, Blas Raimundo, confió en que estos controles preventivos disuadan a los conductores de coger el coche si beben en estas fiestas navideñas. También anunció que el próximo año la policía dispondrá de su propio etilómetro para seguir haciéndolo.

Por otro lado, el edil informó de que la policía realizó ayer controles para evitar botellones ilegales en el día en que los estudiantes celebraban las vacaciones y que todo transcurrió con normalidad. Por la mañana, la mayor aglomeración fue en el ferial, el único recinto autorizado para el botellón , y por la tarde, ya en el centro.