La policía local se llevó una sorpresa el pasado fin de semana al encontrarse a un conductor dormido y parado con su coche en plena glorieta de Adolfo Suárez.

Al despertarle, los agentes comprobaron que se encontraba en estado ebrio, como ratificó la prueba de alcoholemia, que dio una tasa cuatro veces superior a la permitida, por lo que fue detenido. El conductor tiene 56 años y es natural de La Guardia (Jaén), aunque vive en la ciudad.