El proyecto se denomina Cuatro estaciones y la idea es que sirva de cronómetro biológico y resulte apetecible todo el año. Así, plantea dedicar una zona a la primavera con 13 cerezos.

Para el verano, propone instalar una fuente junto a una zona de césped y un árbol autóctono como el madroño. El otoño se vería reflejado con una zona de sol y sombra con un poyete para sentarse y un árbol típico como el álamo. El invierno sería la zona más soleada y contaría con un área infantil y un castaño. Además, la idea es revalorizar la vista, que incluye tanto parte del casco histórico como la sierra de Santa Bárbara.