La Guardia Civil ha logrado el más importante alijo de droga en Plasencia en la redada del viernes, que se saldó con más de 60 kilos de hachís aprehendidos, seis detenciones y la incautación de media docena de vehículos de gama alta así como de más de 10.000 euros en metálico.

Los detenidos --ya trasladados a la Comandancia de Cáceres-- son cuatro hombres y una mujer magrebís y otra de origen búlgaro, todos ellos vinculados a los dos bares clausurados en la avenida de Alfonso VIII y la calle Antonio de la Cadena, aunque también fueron registrados al menos cuatro pisos en las zonas del Salvador y Cristo de las Batallas, donde tienen sus domicilios.

Dirigió la redada la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cáceres con apoyo de efectivos llegados de las comarcas y de las brigadas cinológicas que utilizan los perros entrenados para detectar la droga. La operación de la Guardia Civil ha asestado un golpe certero al tráfico de drogas a través de la N-630, porque se cree que la mercancía estaba de paso al tratarse de una cantidad tan grande, si bien varios de los detenidos vendían presuntamente en los establecimientos clausurados.

DENUNCIAS VECINALES No obstante, la Delegación del Gobierno insistió ayer en que la operación sigue abierta, con lo que podrían producirse más detenciones y aumentar el alijo a lo largo del fin de semana, aunque evitó ofrecer información. Sin embargo, el PERIODICO ha podido saber que los dos bares registrados estaban en el punto de mira de las policías nacional y local y llegaron a pedirse mandamientos de registro que no fueron autorizados por la autoridad judicial.

La operación antidroga era ayer el comentario general en la calle, máxime la expectación que el día anterior creó la redada realizada en puntos tan céntricos y concurridos como la avenida de Alfonso VIII, donde se encuentra el bar Venus, y en la calle Antonio de la Cadena, que comunica Santa Elena con la avenida del Valle, donde se halla el otro local sin nombre, que regentaba hace dos años uno de los detenidos --los otros están presuntamente implicados-- por lo que el despliegue policial no causó tanta sorpresa entre los vecinos, acostumbrados a ver el sospechoso trasiego de gente. De hecho estaban denunciados a la policía y ayer mismo más de un cliente habitual huyó cuando vio a los guardias civiles.