El hogar de Nazaret, residencia de personas mayores que depende de Cáritas Interparroquial, es uno de los más demandados de la ciudad de Plasencia y pone de manifiesto una situación social, la falta de recursos económicos de muchas de estas personas porque prácticamente la mitad de sus residentes no pueden pagar la plaza que ocupan.

Así, según los datos del hogar, actualmente cuentan con 81 residentes, de los que 40 no pueden cubrir el coste de la plaza. «El ayuntamiento colabora mediante un convenio para el apoyo de cuatro plazas de las personas más vulnerables», pero el resto se cubre con fondos que llegan de donativos, donaciones o colaboraciones de otros colectivos. Por eso es tan importante la colaboración con acciones como la del Cross Popular Camino del Puerto, que con la venta de dorsales por 5 euros colaborará con el centro. De ahí que Francisco Cobos, haya querido agradecer en nombre de Cáritas el «gesto» de los organizadores de esta prueba.

El resto de mayores sí pueden costearse las plazas gracias a sus pensiones. A los residentes habría que sumar 15 usuarios que asisten al centro de día.

Y con todo, «la residencia está siempre al completo». Es más, la demanda es imposible de asumir porque siempre ha superado el centenar de personas. Actualmente, son 215 las que esperan para conseguir una plaza.

Autorizada y acreditada por el Sepad para acoger a personas dependientes, cuenta con la acreditación de calidad y, además de cubrir las necesidades básicas de sus residentes, ofrece atención de enfermería, fisioterapeuta, peluquería, podología, biblioteca, actividades socioculturales, talleres y atención religiosa.

trece años / A finales del año pasado, el hogar celebró sus trece años de existencia. En este tiempo, ha podido acoger a 356 personas mayores. El centro ha querido destacar que cuenta «con un equipo humano de trabajadores y voluntarios que ofrecen calidad y calidez en el trato diario de forma personificada, comprometidos en la búsqueda de la excelencia en los servicios que prestamos. Promocionando la dignidad de toda persona y sus derechos, especialmente de los que padecen más vulnerabilidad».

Igualmente, subrayan que viven «el principio de la solidaridad en el compartir, en el hacer y en el apoyo de los más débiles» y hacen hincapié: «somos una residencia de Cáritas en el ser y en el hacer. Somos expresión del compartir de la Iglesia de Plasencia con los mayores».