El Palacio de Carvajal Girón abrió en el año 2012 como hotel, con servicio de cafetería y restaurante. Pero desde entonces, ha ido mejorando sus servicios y sus instalaciones, "siempre intentando crear cosas nueva para ofrecer al público". ¿Y quién es ese público? Tanto los turistas que se alojan en la instalación como los placentinos. Porque si en algo hace hincapié la directora de este emblemático espacio es en que las puertas del palacio "están abiertas a la ciudad".

Lo están en pleno centro de la ciudad, en la plaza de Ansano, colindante con la calle Zapatería y al palacio puede acudir cualquier persona a tomarse un café, una copa, o celebrar un cumpleaños, una boda, un bautizo o cualquier tipo de celebración. "Este no es un hotel solo para los turistas, tiene sus puertas abiertas", recalca María Jesús Rodríguez, su directora.

Así, para ofrecer alicientes tanto a los turistas como a los placentinos, durante al último año han aumentado sus actividades. Han participado en jornadas y han acogido una de ellas; han organizado diversas catas; han tomado parte en la feria de junio y en la de la tapa y, en fechas especiales, han ofertado menús y comidas o cenas especiales, como para el 14 de febrero, el día del padre, Navidad, Reyes y su cena de gala de Nochevieja.

Además, colaboran en todas las actividades culturales que se les proponen y, como ejemplo, ofrecen el piano del que dispone el palacio para conciertos de escuelas musicales. El día 15, actuarán los alumnos de Musícate.

Para este 2016, Rodríguez espera conseguir "que la gente sepa dónde estamos y nos ubique como uno de los espacios de la ciudad a los que venir". Quien lo haga se encontrará con un servicio "lo más personalizado posible" y con el que procuran hacer sentir al cliente "como si estuviera en casa". Rodríguez destaca que cuidan mucho la calidad de los productos y resalta que lo que lo hace especial es "el encanto de la historia del palacio, que habla por sí sola, y la filosofía de un hotel al que hay que venir relajado y tranquilo, para disfrutar del momento y de los sentidos y olvidar el resto de los problemas en la puerta". Y todo por precios asequibles. ¿Se animan a entrar?".