Me alegro por Plasencia, que va a ser un símbolo porque el parque eólico El Merengue siempre será el que sirvió de punta de lanza» a la apuesta decidida de la Junta de Extremadura por el sector de las energías renovables. Lo dijo ayer su presidente, Guillermo Fernández Vara, quien, para corroborar su afirmación, anunció que, en los próximos cinco años, Extremadura contará con 5.000 megavatios gracias a una inversión privada de 4.000 millones de euros.

Y Plasencia seguirá formando parte de esa transformación porque el director general de Gas y Electricidad de Naturgy, Manuel Fernández, anunció en la inauguración que, «como nos han tratado bien, repetiremos» y ya tienen en proyecto otro parque eólico en Plasencia y uno solar. Del eólico, dijo: «lo vamos a empezar a desarrollar ya, será mayor que el que inauguramos hoy y espero que en dos años esté listo».

Hasta 40 millones ha invertido la empresa en el primer parque eólico de la región, ubicado en el término municipal de Plasencia y levantado en 9 meses, después de un periplo «largo y complicado», en palabras del alcalde, que se inició en julio del 2015 con el inicio de su tramitación, según explicó ayer Ana Ruiz, responsable de Desarrollo de Renovables en Extremadura de la empresa.

El pasado enero, la Junta dictó la resolución para la puesta en marcha del parque y ayer, a las 13.29 horas, Vara, el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro y el director general de Gas y Electricidad de Naturgy activaban el parque, que no obstante, no comenzará a funcionar hasta dentro de «unos días», por motivos de seguridad.

Entre dos y cinco personas trabajarán a partir de ahora en unas instalaciones que han contado durante su construcción y mantenimiento con unos 250 trabajadores de empresas como Siemens Gamesa, Grupo Render, de Nalvamoral y Juan Galindo, más otras empresas y subcontratas locales y autonómicas. «Todo se ha hecho en España», subrayó el director general de Naturgy.

Y todo para contribuir a que «el mundo sea más sostenible, más habitable, una obligación que debe ser compartida», en palabras del presidente de la Junta.

Porque, según los datos facilitados ayer por la empresa, gracias a sus 15 aerogeneradores y a sus 40 megavatios de potencia, el parque eólico El Merengue contiburiá a reducir en torno a 120.000 toneladas de emisiones contaminantes y de efecto invernadero al año y en tres millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono durante toda su vida útil. Producirá alrededor de 155 gigavatios/hora al año, es decir, el equivalente al consumo eléctrico de 44.000 viviendas.

«DÍA MARCADO» / Cada momento de este parque eólico ha sido histórico, desde su primera piedra, en marzo del 2018, hasta ayer, un día que «quedará marcado en el calendario», en palabras de Vara, e «histórico», en las de Fernando Pizarro.

Dada la apuesta de la Junta por la producción de energías renovables, lo que según el presidente de la Junta es preciso hacer, hasta el punto de ser una «obligación ética», es «facilitar la inversión honesta de las empresas que están viniendo con proyectos. Podéis contar con nosotros, si contamos con vuestra inversión», dijo. Porque «no podemos perder la oportunidad de tanta inversión y debemos ganar la batalla del tiempo y de los permisos para ser la región de España donde más fácil sea instalarse». Así y con el «diálogo» y colaboración entre las administraciones, se dará «el salto hacia el futuro de Extremadura y del mundo, que son las renovables».

Precisamente, Fernando Pizarro destacó en su intervención, como ha hecho siempre, la «colaboración permanente» entre Junta y ayuntamiento para que este proyecto viera la luz. Ayer, subrayó además el apoyo desde el inicio de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de la Construcción (Pymecon) e hizo hincapié en que El Merengue ha sido «una de las inversiones privadas más importantes de las últimas décadas».

Para Naturgy, este parque también es un símbolo, porque es el primero que construye en la región y el primero tras su transformación como empresa: «es el ejemplo de lo que tenemos que hacer en mi compañía para cumplir el nuevo plan estratégico».

Plasencia no tiene rascacielos, pero tiene 15 aerogeneradores con una altura, desde la base hasta la punta de pala, de 147 metros y un diámetro de rotor de 126 metros. La energía que produzcan se transportará por una línea de evacuación de 7 kilómetros hasta la subestación eléctrica de Iberdrola en la ciudad. «La realidad siempre supera las expectativas humanas. Este parque nos enorgullece», subrayaron los responsables de Naturgy.