El alquiler del antiguo ábside de San Roque para acoger un establecimiento de comida rápida ha suscitado algunas críticas y despertado las alarmas de políticos de la oposición y algunos ciudadanos. A uno de ellos, el arquitecto Juan Antonio Álvarez, le ha motivado a solicitar a la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Extremadura la declaración de Bien de Interés Cultural para cuatro espacios: la parte antigua del cementerio y la ermita de Santa Teresa, la Casa del Deán, la Casa del Doctor Trujillo y el acueducto.

«Ahora están incluidos en un catálogo municipal y cualquier actuación debe pasar por el Plan de Protección del Recinto Intramuros, pero esa es una protección urbanística, muy sui géneris. En el ayuntamiento no hay ningún especialista en Patrimonio». Su objetivo es, por tanto, garantizar una protección tanto del espacio como del entorno, lo que supondría la imposibilidad de llevar a cabo ningún tipo de actuación sin la autorización de la Dirección de Patrimonio y el Ministerio de Cultura, explica.

«Mi interés es defender el patrimonio de la ciudad, porque es un recurso turístico. He creído que era el momento de tomar la iniciativa y lo hago de manera altruista, invirtiendo mi tiempo».

Álvarez señala que, actualmente, solo están declarados BIC en Plasencia la catedral, el palacio del Marqués de Mirabel, dos iglesias, la ermita del Puerto, la plaza de toros y el palacio de Carvajal. «La gente puede pensar que todos nuestros monumentos están protegidos y no es cierto».

En su opinión, en la ciudad hay entre 15 y 20 edificios y espacios que podrían obtener esta declaración debido a su valor. De hecho, está preparando las solicitudes para otros «cuatro o cinco», entre ellos el parque de Los Pinos.

Respecto a las peticiones que ya ha realizado, subraya el valor artístico, escultórico y arquitectónico de la parte antigua del cementerio y la iglesia de Santa Teresa. En cuanto a las casas del Deán y del Doctor Trujillo, ofrecidas por el ayuntamiento como posible ubicación de la Universidad Católica de Ávila, señala que solo está protegida la fachada. Sin embargo, «conserva las escaleras, la tabiquería, el patio. Si se tramita como monumento, tendrían que intervenir, a la hora de realizar cualquier obra, arqueólogos e historiadores».

Del acueducto subrayó que la protección implicaría al entorno, con lo que «no se podría construir un bloque de viviendas al lado, como se ha hecho donde había un parque en Miralvalle».

Cualquier ciudadano puede solicitar la declaración BIC a la Junta en virtud de la Ley del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura. Álvarez ya ha recibido respuesta del director de Patrimonio, quien ha encargado los informes técnicos. Si estos son positivos, se publicaría en el DOE la incoación del expediente, que «normalmente salen positivos» y la publicación conllevaría la imposibilidad de actuar en ellos.