Si hay que poner de ejemplo de lucha, sacrificio y superación en el mundo del deporte femenino a alguien, esa es Paula Serrano. Una joven placentina que actualmente milita en la liga suiza, y que desde esta tarde pasará a tener un campo de fútbol en la ciudad con su nombre. De esta manera, el recién reformado campo de Los Pitufos pasará a llamarse Paula Serrano.

Paula comenzó a jugar al fútbol desde pequeña con su hermano en el parque de enfrente de su casa y en el patio del colegio. Un día le dijo a sus padres que quería jugar en un equipo «y ellos, como siempre han hecho, me apoyaron y me apuntaron a la UPP, pero no podía federarme así que alternaba minutos en varios equipos gracias a mi primer entrenador José Caracol», señala Paula Serrano. Pero a los 14 años ya no podía jugar con los chicos y se marchó al Ciudad de Plasencia para hacerlo con las chicas.

Y es así como comenzó a ganarse un nombre dentro del fútbol femenino. Se marchó al Atlético de Madrid, donde llegó hasta la final de la Copa de la Reina, y aunque perdió ese partido, con el equipo b ganó la liga. De ahí pasó al Torres Calcio Feminile (Italia), Granada y el NeuenKirch, el equipo suizo donde ha conseguido sus mayores logros hasta el momento: una liga y una copa.

Aunque el año pasado militó en el Madrid Femenino, esta temporada ha vuelto a la liga suiza, pero para jugar en el Servette FC Chenois. «Las expectativas para este año son hacer un buen papel en la liga y quedar entre las cuatro o cinco primeras y en la copa intentar llegar a la final y ganarla», explica la futbolista.

Mucho orgullo

Por todo ello, y como homenaje a su trayectoria deportiva, el campo de fútbol de Los Pitufos llevará su nombre desde esta tarde. «Para mí es todo un orgullo y me hace una ilusión enorme porque mi nombre va a estar presente siempre en la ciudad. Estaba tomando un café con una compañera cuando recibí la llamada de David Dóniga para comunicarme la noticia y rápidamente llamé a mi madre para contárselo, al igual que a mi círculo más cercano de familia y amigos», rememora Paula.

Considera que este gesto «es la primera piedra» para todo lo que va a venir después «y todo lo que se va a conseguir en el mundo del fútbol femenino». Además, Paula espera que esto «sea un aliciente y una motivación extra para todas esas chicas futbolistas y deportistas para que sigan creyendo en lo que hacen y sigan trabajando», sentencia.

Asímismo, espera que en la inauguración «haya un gran ambiente y aprovechemos todos esta oportunidad de demostrar lo que es el fútbol femenino y que sea un empuje más para todo lo que va a venir después», asevera Paula.

Igualmente, se muestra contenta de volver a jugar en la liga suiza, donde conoce bien la cultura, el fútbol y a los rivales. Hasta el momento se ha adaptado bien al cambio. Tiene dedicación exclusiva al deporte y a su equipo, el Servette, «aunque el club nos da facilidades por si queremos encontrar un trabajo que se ajuste a nuestras necesidades, pues entrenamos mañana y tarde», incide.