Son de los pocos establecimientos que han comenzado a abrir esta semana en Plasencia. Durante el confinamiento no se les ha considerado servicio esencial, pero las peluquerías tienen ya una lista de espera que en algunos casos supera las 140 personas. Ahora tienen que hacer encaje de bolillos para ir dando cita en unas condiciones que limitan el número máximo de clientes a la vez en el establecimiento. Porque estaban deseando volver, pero con seguridad y ahora han extremado las medidas.

Un ejemplo es la peluquería Brushing, situada en el barrio de Miralvalle. Noemí Saball y Pilar Rincón abrieron el miércoles, después de estudiarse “de arriba abajo” las medidas establecidas en el BOE. Han vuelto, pero nada es igual en esta nueva normalidad. Porque han quitado las sillas en las que esperaban los clientes, ya que, de momento, hay que hacerlo en la calle. También han desaparecido las revistas y tapado las estanterías donde tenían productos de prueba, porque ya no se pueden tocar.

En cuanto a ellas, se han equipado al completo, con mascarilla, visera protectora y batas impermeables casi hasta los tobillos. El uso de guantes es opcional, depende del trabajo que vayan a hacer, pero si no los usan, se lavan constantemente con jabón o gel hidroalcohólico. Este también lo tienen a disposición de los clientes, para que lo utilicen “a la entrada y a la salida”, según explica Noemí. Además, “aunque no viene en el BOE”, han establecido como obligatorio el uso de la mascarilla en los clientes.

Así se lo comunican por teléfono antes de darles cita. Durante este tiempo, la lista de espera ha ido aumentando, pero el “boom se produjo hace una semana”, cuando se conoció que las peluquerías podrían abrir. Ahora realizan un trabajo de chinos, dando cita a más de 140 personas y otras que se van sumando. Han decidido empezar haciendo solo cortes y la próxima semana realizarán ya trabajos técnicos. Además, adecúan las citas a los horarios de salidas en función de las franjas de edad, dando preferencia a los mayores de 65 años y personas con factores de riesgo. Y todo se desinfecta después de que terminan con un cliente.

Así, tras casi dos meses sin trabajar, las peluquerías se han adaptado y, a nivel nacional, hay plataformas que reclaman la bajada del IVA, que en el 2012 subió al 21%, hasta el 10%.