El perro que quedó atrapado en el interior del edificio situado junto al postigo del Salvador y cuyo tejado se derrumbó el pasado miércoles finalmente ha salido con vida, según informó ayer la Policía Local.

La propietaria de la frutería Patri utilizaba el edificio como almacén y había salido de él apenas dos minutos antes del derrumbe. Nerviosa por lo sucedido, en un primer momento se sentía agradecida por haberse salvado, pero también recordaba al perro que había quedado atrapado en el edificio, al que dió por muerto.