Los fondos del Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agrarios (Aepsa) están en el aire en Plasencia y, con ello, la posibilidad de que 144 personas realicen las peonadas que necesitan para cobrar por ellas y optar a un subsidio agrario que recibirían durante seis meses. Ayer, la alcaldesa de San Gil, Esther Sánchez, el concejal de Plasencia en Común, Abel Izquierdo y un grupo de afectados pidieron al ayuntamiento que asuma con fondos propios el gasto de estas contrataciones mientras se resuelve el recurso que ha presentado el consistorio ante la denegación del proyecto por parte del Servicio Público de Empleo Estatal.

El Aepsa, antiguo PER, supone la concesión de unos fondos europeos para realizar trabajos en los municipios. En el caso de Plasencia, se presenta un proyecto anual, que supone que los inscritos en el paro agrario realizan 15 peonadas. La subvenión a recibir este año sería de 161.555,40 euros y permitiría contratar a 129 personas en Plasencia, 9 en San Gil y 6 en Pradochano.

Pero por primera vez fue denegado y, aunque se ha recurrido, la concejala de Personal, Sonia Grande, ha señalado esta misma semana que el SEPE tiene hasta el 12 de mayo para contestar.

Pero para los afectados, Sánchez e Izquierdo, el tiempo es oro, por lo que ayer, Sánchez subrayó que «hacen falta soluciones urgentes. En un ejercicio de responsabilidad, porque suya ha sido la culpa, el ayuntamiento debería dotar con fondos propios el Aepsa en tanto en cuanto se soluciona el expediente». Para Izquierdo, bastaría con una modificación presupuestaria para «poner el dinero y que los afectados recuperen las peonadas. Seguro que hay una manera jurídica y en Intervención para hacerlo».

testimonios / Para Gema Martín, de 42 años y dos niños, es tan importante que, por esas 15 peonadas cobraría entre 600 y 700 euros y además, le permitirían sumar las 35 que necesitan para optar al subsidio agrario, que supone una ayuda de 430 euros netos al mes. Porque, con o sin subsidio, debe pagar un sello agrario de 120 euros mensuales. Lleva 19 años con subsidio y explica que «con esos 15 días, podría pagar mi sello un año y llevar una ayuda a la economía de la casa».

Francisco Miguel Calle, de 62 años, subraya el sueldo que suponen las peonadas porque «dónde voy yo con mi edad», pregunta.

La alcaldesa de San Gil recordó además que no contar con el Aepsa sería perder también las obras que estos trabajadores harían en los municipios.