El edificio de la escuela placentina de piragüismo en La Isla lleva una racha de robos nocturnos. El último la madrugada del domingo pasado en que también entraron en el bar contiguo mientras los responsables piden más seguridad e iluminación en el parque. Al igual que los numerosos usuarios, que desaparecen en cuanto empieza a anochecer.

Ni una semana antes Julián Villegas, el arrendatario del bar municipal, había pedido al ayuntamiento más medidas de seguridad y mejor iluminación. A los vecinos de las piraguas les habían entrado varias veces y el último fin de semana les tocó a los dos. "Más que lo que se llevan es el estropicio que hacen porque a nosotros nos han destrozado una luna entera" y relató que se llevaron desde cajas de helados y chucherías a la caja registradora y una minicadena, pero también la cabina telefónica.

Del club de piragüismo ya han desaparecido varias bicicletas, taladros y alguna que otra herramienta después de forzar una cerradura que ha habido que cambiar como consecuencia de la serie de robos sufridos. "Vamos a ir al ayuntamiento --anunció su presidente, Carlos López -- a pedir más medidas de seguridad aunque tengan que quitar los cristales por muy estéticos que sean". En ambos casos se trata de edificios de titularidad municipal situados en un parque también del ayuntamiento.

Pero aseguran que el parque está desprotegido desde que termina el turno de los guardas a diario y los fines de semana. "Es una pena --indicó un corredor habitual-- porque es una suerte tener un parque como éste en pleno centro y, sin embargo, a ver quién se atreve a correr, sobre todo por el sendero del río, cuando se va la luz del día".