La cuenta atrás para la salida de los ocupantes ilegales de los pisos sociales de La Data empezó ayer. La Agencia Extremeña de la Vivienda cambió las cerraduras de 7 viviendas ocupadas, pero deshabitadas, que vuelven a ser de la Junta. Además, un ocupante entregó voluntariamente las llaves y otro lo hará hoy.

Este fue el compromiso al que llegaron el 15 de diciembre el presidente de la agencia, Javier Corominas, el pastor de la iglesia evangélica, Emilio Vázquez, y el portavoz del colectivo merchero, Hilario Pardo, que acompañaron ayer a una técnico de la agencia bloque por bloque para comprobar que los pisos estaban vacíos. Destacó por tanto la colaboración de los portavoces de los ocupantes y no fue necesaria la presencia de la policía. Además, la alcaldesa y la edil Carmen Blázquez estuvieron pendientes en todo momento del proceso.

Este continuará hoy hasta visitar todos los pisos de una lista preliminar que envió el edil de Bienestar Social, Victoriano Durán, a la agencia, pero que ésta ha tenido que depurar porque algunas viviendas ya estaban tapiadas y en otras viven legalmente. Uno de los datos utilizados para verificar que no estaban habitadas es la falta de consumo de luz y agua en pisos donde, una vez abiertos, no había muebles o unos pocos abandonados.

La agencia fue ayer muy prudente y no actuó en viviendas donde sí había constancia del consumo porque será el próximo día 10 cuando sus propietarios y el resto de ocupantes ilegales tendrán que abandonarlas y entregar las llaves.

Entonces podrán solicitar una nueva vivienda social al tiempo que la Junta arregla los pisos para que puedan ser habitados por adjudicatarios legales.