La muralla contará con un plan director, como máximo en el 2012. Es la fecha aproximada que marcó ayer la directora general de Patrimonio, Esperanza Díaz, para contar con un documento que fijará los pasos a seguir en cualquier actuación que se quiera realizar y que afecte al monumento.

El plan director es un compromiso de la Junta de Extremadura, que se anunció hace ya cuatro años y que comenzó a elaborarse en 2009 con el encargo de los primeros estudios histórico y arqueológico. Lo está redactando un equipo multidisciplinar formado por técnicos tales como arquitectos, arqueólogos y topógrafos, que en febrero tuvieron una reunión "para ver el desarrollo de los estudios y levantamientos topográficos", según explicó ayer la directora de Patrimonio.

Esta subrayó la importancia de que la muralla cuente con un plan director porque es la única forma de "hacer las actuaciones correctas, técnicamente aceptables y que cumplan con la normativa urbanística y patrimonial". Afectará por tanto a cualquier actuación que toque la muralla, desde el último derribo de casas en ruina en la zona de la puerta Berrozana, hasta rehabilitaciones de viviendas colindantes con el monumento o la rehabilitación o consolidación de sus tramos.

No obstante, el interés por respetar al máximo el monumento contrasta con el aparente desinterés por borrar las pintadas que llevan años y afean el tramo que va desde la puerta del Sol hasta la Torre Lucía.