Pocos desconocen ya las locuras del mentalista placentino Víctor Cerro. En la última, unirá el escapismo con un deporte que había practicado antes, pero nunca había incluido en un número, el puenting. Como debe estar preparado, el viernes estuvo practicando saltos en el puente de hierro de la vía del tren situado sobre el río Jerte, junto a la N-630. Se lanzó desde una altura de 50 metros. Cuando estrene su número, el 4 de noviembre en Ronda, Málaga, lo hará sobre 95 metros.

«Me llamaron porque soy el más loco de todos», explicaba ayer Víctor tras realizar su segundo salto de ensayo. En el primero, utilizó la técnica precisa, pero en el segundo, se dejó caer, sin técnica, porque así tendrá que hacerlo en el número. «No me dará tiempo a pensar, tendré que saltar como sea y quería estar preparado para lo que me esperaba. Ha sido horrible, muy desagradable y un poco doloroso».

En sus ensayos, le ha ayudado la empresa placentina pero con sede en Jerte Guia2. Su responsable señalaba ayer que el mayor problema que tendrá Víctor en su número será la falta de control de la caída. «Aquí puede saltar cuando quiere, allí no».

Porque allí, en el primer festival de magia de Ronda, estará sobre el puente de la ciudad andaluza, suspendido boca abajo y atado con una camisa de fuerza mientras una cuerda arde. Deberá escaparse y saltar antes de que la cuerda se queme y se cierren sobre él dos estructuras con cuchillos. Hasta ahora, había hecho el número a dos metros del suelo, no a 95. «Tendré que saltar rápidamente y sin pensar». Hasta entonces, seguirá ensayando mientras continúa, junto a su pareja, preparando números para el mago Pop. H