Hace tres años, el agente Aniceto García intervenía en la detención de un maltratador y sufría un infarto que, después de varias intervenciones, derivó en su muerte, en mayo del 2010. Había trabajado 30 años en la policía local, la misma que ahora, gracias al equipo de gobierno, le ha homenajeado con la dedicatoria de una calle, la puerta del Carro, en plena puerta del Sol.

Al acto acudieron sus familiares y amigos, compañeros del cuerpo y autoridades, el alcalde y la subdelegada del Gobierno, entre otras. Fue un acto emotivo, dedicado al único fallecido que ha tenido la policía local. Su nombre luce también ya en el monolito que se acaba de estrenar en el exterior del edificio de la jefatura del cuerpo, en La Mazuela. Está dedicado a los caídos en acto de servicio y todos esperan que no se sumen más nombres al de Aniceto.

La jornada de reconocimientos, celebrada el sábado, terminó con la entrega de distinciones al turno número 5, por su lucha contra los delincuentes viales; a los agentes tutores, por acabar con el absentismo; a la unidad canina, mujer e hijo del agente, por su implicación; a dos funcionarios municipales y a un joven informático, por su colaboración con el cuerpo local.