La alcaldesa advirtió ayer de que la necesidad de suelo es urgente, pero no alarmante y que la mayor parte de la demanda no es de grandes empresas tipo Printone, sino de pequeños y medianos empresarios que quieren dejar de estar en alquiler. Ante ese panorama, descartó por el momento negociar con los propietarios de la Dehesa de los Cabellos --tal y como ha pedido el anterior alcalde, José Luis Díaz-- porque el elevado precio que piden dispararían los precios de las parcelas.

"La mayor parte de las solicitudes que tiene la Agencia Local de Desarrollo --explicó-- son de empresarios que tienen una nave en alquiler y lo que quieren es comprar a precios asequibles para invertir y eso sólo lo puede suministrar la Administración si el suelo no es caro y a estos es a los que queremos dar respuesta".

La alcaldesa considera que la cesión de los 100.000 metros cuadrados que está dispuesta a hacer diputación vendría a resolver esa urgencia y que en no más de cinco meses podría estar resuelta la modificación puntual que necesitarían esos terrenos para su recalificación en uso industrial.

Así, pidió a Díaz que "no haga bandera de la demanda de suelo porque si viene otra gran empresa, se busca" y añadió que no se va a sentar a negociar la Dehesa de los Caballos "porque no tengo dinero y tampoco me parece adecuado que el precio del suelo rústico suba de manera excesiva en virtud de que va a obtener una recalificación que no obtendría si el ayuntamiento no lo recalifica".