El concejal de IU en el ayuntamiento de Plasencia, Luis Ranilla, afirma que la decisión del alcalde Fernando Pizarro, de no nombrar a personal de confianza para los grupos de la oposición, responde a una maniobra "política" y no "económica", dado que el primer edil apela a la necesidad de ajustar el gasto en persona, para seguir con el plan de austeridad. Pizarro propuso a los tres grupos de la oposición (PSOE, IU y UPEx) elegir a un trabajador de la plantilla municipal para desempeñar ese cargo. Algo que IU y UPEx han rechazado. "No comprendemos ni nos parece correcto que un trabajador público tenga que ir a trabajar al despacho de un partido político; sin una persona de confianza en el despacho es muy complicado que podamos hacer oposición en condiciones".