El anuncio de que el nuevo centro de día para extoxicómanos podría estar ubicado en el barrio de San Miguel ha provocado el rechazo de muchos de sus vecinos. De hecho, la federación vecinal (Fepave)--que preside el presidente de San Miguel-- se posiciona en contra y se lo ha comunicado al presidente de la Junta mientras vecinos a título particular temen que se multiplique el trasiego de drogodependientes al cercano San Lázaro.

Para el presidente de la federación, Jaime Collado, "proyectos como este no los quieren los vecinos", ya que en su opinión, deberían ubicarse no en pisos dentro de los barrios sino "en centros como Capote por su situación, discreción, continuidad, profesionalidad y rendimiento". Su temor es que puedan recaer y cree que la inserción social no es posible así porque "la gente los ve como extoxicómanos".

Collado afirma que la noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los vecinos y algunos han dicho a este diario: "La gente tiene miedo de que al estar tan cerca de San Lázaro pueda haber un trasiego mayor del que ya tenemos". Además, auguran que aumentará la delincuencia porque "si vuelven a consumir, necesitarán dinero".

Ven por tanto muy fácil que puedan recaer en la droga y de ahí sus temores, pero tanto la concejala de Sanidad, Raquel Puertas, como desde los centros que derivarán a los usuarios, Proyecto Hombre y Capote, quieren dejar claro que "son personas rehabilitadas y no tienen por qué recaer y lo que hay que hacer es facilitarles la integración", en palabras de Raquel Puertas.

La edila subrayó que este centro, financiado por la Junta y el consistorio, pretende "facilitarles la integración y no excluirles y este rechazo de la federación me parece lamentable porque lo que no vamos a hacer es aislar a estas personas. Además, no pueden estar en centros porque ya están rehabilitados".

Precisamente, uno de sus fines es la integración laboral porque "en el mundo empresarial genera rechazo el que hayan sido toxicómanos", de ahí que se les vayan a facilitar cursos y se les formará en la búsqueda de empleo. Además, Puertas destacó que estarán supervisados por un coordinador, un terapeuta ocupacional y dos monitores.