Gumersindo Martín Hernández empezó trabajando en la tienda de su familia con 14 años y ayer, con 84, recibió del Ayuntamiento de Plasencia el premio Abuelo Mayorga, como colofón a los actos organizados por la semana del mayor.

En el salón de plenos, el alcalde ensalzó sus logros y, ante mayores de distintos hogares y asociaciones de la ciudad, el homenajeado se mostró agradecido «porque reconozcan mis méritos, aunque no sean méritos muy grandes». Confesó además que le sorprendió su elección y hasta el miércoles no lo supo. «Me lo dijo uno de mis hijos. Yo estaba ignorante de todo lo que se fraguaba», ya que María Antonia Rivera, con apoyo del hogar de mayores de la puerta Berrozana, presentó su candidatura.

Martín recordó ayer sus más de 40 años en la asociación cultural Pedro de Trejo y su paso por todos los puestos de la directiva de la cofradía de la Vera Cruz. También su profesión, comerciante, al frente de una tienda de juguetes y música que primero estuvo en la puerta del Sol y después en la calle del Rey. «Con eso vivíamos y con lo demás, nos expandíamos», dijo. También hizo sus pinitos como periodista, fundando y dirigiendo el periódico La Voz de Mayorga durante veinte años. «Justo cuando se cumplieron cien números, lo dejé».

Hecho a sí mismo

El alcalde, Fernando Pizarro, subrayó ayer que, aunque hay muchos mayores merecedores de este premios, «pocos con la trayectoria y actividad que él ha mantenido». Así, resaltó que comenzó a trabajar en el año 1950 y ha sido «un empresario destacado». Hizo hincapié también en que su tienda de música fue la primera en vender instrumentos, partituras, e incluso estudios de García Matos.

De su trayectoria cultural, apuntó que «mantuvo la llama de la Semana Santa encendida en momentos difíciles» y también su acceso a la UNED para mayores de 25 años para estudiar empresariales. «Se ha hecho a sí mismo, atendiendo al ejemplo de su familia, pero le queda mucho por darnos todavía».