Sólo en papeleras, los actos de vandalismo han costado esta Semana Santa al ayuntamiento exactamente 3.185 euros. Esta cifra no incluye las señales de tráfico arrancadas del suelo, las ramas de árboles tronchadas o los cristales rotos a patadas, como en la pasarela de la plazuela del párking. Este es el otro balance de la Semana Santa más turística de los últimos años con un 100% de ocupación hotelera.

También particulares han tenido sus pérdidas por la afición de algunos a arrancar espejos retrovisores de coches. Pero en el mobiliario público las más castigadas han sido las papeleras. Hasta veinte han caído en Semana Santa. Tres en el centro, del modelo llamado antivandalismo y que cuestan 580 euros la unidad, y el resto en los barrios más o menos céntricos donde el precio medio de las papeleras es de 85 euros. Total, 3.185 de pérdidas en una semana.

Lo que la concejala de Limpieza, Carmen Blázquez, no ha dudado en calificar de "salvajada" lamentando que los autores de estos destrozos no caigan en la cuenta de que atentan contra mobiliario público que sale de los bolsillos de todos los placentinos. El gobierno municipal no ha dado nunca cifras de lo que cuesta el vandalismo callejero, pero debe ser considerable visto sólo el balance de Semana Santa en papeleras y por su empeño en aprobar la primera ordenanza municipal contra el vandalismo.

La normativa está en vigor desde febrero, y si no fue antes es porque la oposición pidió antes de aprobarse en el pleno que se aseguraran los medios humanos y materiales de la policía local para hacerla cumplir. Advertían de que, si no, era "papel mojado". Desde febrero, pues, el ayuntamiento puede imponer multas por vandalismo de hasta 3.000 euros, pero la concejalía de Seguridad Ciudadana no ha informado de si se están poniendo o no, lo que obliga a la policía a coger in fraganti a los autores y no siempre es fácil.