LA REPOSICION de una baldosa en plena calle de San Esteban provocó ayer más de un tropezón con unas piedras que el ayuntamiento dejó superpuestas, se supone, para dejarla bien sellada sin más aviso al viandante. Tan rudimentario apaño en el centro monumental llamó la atención y hasta hizo dudar de si la loseta quedó puesta del revés.