La segunda fase del bulevar de Cañada Real deberá estar terminada el 8 de mayo, de lo contrario, el ayuntamiento abrirá un expediente sancionador a la unión de empresas que ejecuta la obra. Lo advirtió ayer el concejal de Obras, Blas Raimundo, que reconoció que los trabajos llevan ya más de un mes de retraso.

El edil quiso aclarar que, aunque la obra debería haber terminado en marzo --comenzó en noviembre con un plazo de ejecución de cuatro meses-- el ayuntamiento ha dado una prórroga a la empresa al aceptar sus alegaciones. "Ellos alegaron que se les metió el agua en otoño y que tuvieron que parar en Navidad y además su intención era hacer la obra de una forma y nosotros les dijimos que la hicieran por tramos", explicó. En la demora no tuvo nada que ver, dijo, el plante de trabajadores de una subcontrata, aunque aprovechó para decir que "estoy totalmente en contra de las subcontratas".

Pero no habrá más prórrogas para acabar una obra de 320.496 euros que ejecutan Araplasa, Moliher y Marsal, insistió el concejal, que lanzó un aviso: "Una cosa es la amistad personal y otra el trabajo profesional".

Porque considera que las empresas que no cumplen deben ser sancionadas, Raimundo censuró al PP por criticar recientemente la lentitud de las obras culpando solo al ayuntamiento. "Ellos deberían haber pedido agilizar la obra, pero también sancionar a la empresa, porque es muy bonito querer quedar bien con vecinos y empresa".