Antes de que concluya esta legislatura debe estar en obras el segundo polígono industrial que la Sepes hará en Plasencia. Ese es, al menos, el compromiso que se trajo ayer de Madrid la alcaldesa tras entrevistarse con el director general de la Sociedad Estatal para la Promoción y Equipamiento del Suelo (Sepes) dependiente del Ministerio de la Vivienda cuya titular es la extremeña María Antonia Trujillo.

"La Sepes ha comprendido la necesidad de suelo industrial que tenemos --anunció Elia Blanco-- y se ha comprometido a invertir en un nuevo polígono que ahorrará una millonada al ayuntamiento" y que evitará la fuga actual de empresas a localidades próximas donde sí hay suelo industrial en el mercado.

JARRO DE AGUA FRIA El ayuntamiento no tendrá que hacer ningún desembolso y la Sepes asumirá también la gestión para la adquisición de los terrenos en la misma zona sur donde está el actual polígono ya sea por acuerdo con los propietarios o por la vía de la expropiación, según apuntó la alcaldesa. "Una vez que los compre o los expropie --dijo-- la Sepes urbanizará y pondrá a la venta las parcelas a un precio asequible".

Pero la alcaldesa se trajo ayer de Madrid una buena y una mala noticia. La buena era ésta y la mala es que difícilmente podrá exigir a la Sepes la mejora del polígono actual como condición para recepcionarlo porque esto ya lo hizo el ayuntamiento hace la friolera de 26 años siendo José Luis Mariño alcalde.

Era la segunda petición que llevaba ayer en cartera la alcaldesa, pero se encontró con la sorpresa de que la mejora del polígono ya es competencia municipal desde 1979. "Imagínese mi sorpresa --explicó-- porque no sabemos dónde estará esa documentación y he pedido ahora a los técnicos municipales que la busquen, pero lo peor de todo es que desde entonces se debía haber hecho una comunidad de mantenimiento". Garantizó, no obstante, que la constituirá ahora para acometer las muchas mejoras pendientes.