En marzo comenzó a funcionar la tercera lanzadera de empleo en la ciudad con 25 jóvenes desempleados. Tras bajas e inserciones laborales, quedaban 21, pero no podrán terminar el programa --que persigue ayudarles a encontrar empleo trabajando en equipo-- porque se ha suspendido. Y lo ha hecho al dejar de acudir los propios participantes.

Algunos de los exmiembros con los que ha hablado este periódico justifican esta decisión como protesta por el "despido" de la coordinadora del proyecto de forma "injusta". Dejaron de acudir en señal de apoyo porque "aunque somos los más perjudicados, ella siempre ha mirado por nosotros; ha intentado conseguir lo que no había, como ordenadores y conexión a internet; ha currado 24 horas y estaba para cualquier problema".

Desde la Fundación Santa María La Real señalan que la coordinadora no ha pasado el periodo de prueba porque "hay unas normas y requisitos para el funcionamiento del programa que no ha cumplido. No ha sido una decisión caprichosa y lamentamos la decisión de los jóvenes, pero la respetamos".

Por su parte, la excoordinadora ha defendido que siempre ha actuado en base a un proyecto "humanista, centrado en las personas, pero se está desvirtuando" y ha lamentado las formas.