La concejalía de Turismo ha declarado la guerra a los armarios de control de los pivotes hidráulicos. Su delegada, Raquel Puertas, pidió ayer en la junta de gobierno que se haga llegar a la empresa un requerimiento para que los retire porque chocan con el entorno monumental. "Desde luego discretos no son y creo yo que no son los adecuados para plantarlos en plena zona monumental". Así de explícita se manifestó la edil después de recibir una lluvia de quejas.

La primera la de los propietarios de la tienda Crismar en la calle Talavera, en cuya fachada va atornillado uno de los armarios de acero inoxidable que coronan cada acceso a la plaza Mayor. "Cuando lo vi, me llevé un disgusto". Quien lo dice, sin embargo, es la propia concejala, quien aseguró que se quitará.

Para eso ha pedido un informe a los técnicos del Plan de Excelencia Turística que dice que "está ubicado en una esquina donde es demasiado visible y no cumple el objetivo inicial del proyecto de integrar y ocultar al máximo estos elementos" así como que no se ha pedido permiso al propietario para atornillarlo. Llama la atención, además, porque lo que se ha dado en llamar ya la nevera de la calle Talavera va sobre una pared que los propietarios se han molestado en hacer de piedra.

REPAROS Lo que contrasta con la separación dejada entre el colocado en la Puerta de Coria y la pared porque el informe advierte de que "al más leve empujón, se bambolea". Rechaza también el plan de turismo el acabado de los cables magnéticos sobre el pavimento porque han dejado en todas y cada una de las entradas una especie de cicatriz al enterrarlos bajo el suelo.

No obstante, el informe reconoce también que "tal como se acordó en su día por la propia alcaldesa, dichos armarios se fabricaron en acero inoxidable por expreso encargo y según modelo diseñado por técnicos de la empresa". Aunque la concejala de Turismo duda ahora de que se ajuste al pliego de condiciones. "Yo no soy técnico, pero creo que no cumple y voy a pedir un informe exhaustivo" insistió ayer.

Mientras tanto la queja unánime de los comerciantes de la calle del Sol no se ha hecho esperar. "A nosotros nos exigen quitar los rótulos porque no respetan el entorno y el ayuntamiento pone esto".