El presidente de la agencia de la vivienda sorprendió ayer con una nueva propuesta sobre las viviendas sindicales del Pilar: sustituirlas por otras nuevas. Así se lo anunció al presidente de la asociación, Juan Pablo Castiñeira, aunque la última palabra será ahora la de los vecinos que llevan años pendientes de las anunciadas reparaciones de sus pisos. Corominas apeló a la "baja calidad arquitectónica" de estas viviendas para proponer una remodelación del tejido urbano en el barrio con el visto bueno del ayuntamiento. En todo caso se comprometió a dar una solución al asunto del Pilar en esta legislatura y anunció su intención de hacer compatibles las ayudas tradicionales de renovación urbana con las de tramitación preferente con lo que el recibo final de cada vecino, en su mayoría personas mayores, "de 6.000 euros iría a menos de la mitad en muchos casos".