Este año se ha cumplido la 38 edición de la Pasión Viviente de Oliva de la Frontera, declarada fiesta de interés turístico regional en el año 1997. Fue allá por el año 1975 cuando un párroco, don José Ramos Capilla, concibió el proyecto de realizar una Pasión Viviente. Eran años en los que habían decaído las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa tradicional y pensó que una de las formas de reanimar la devoción religiosa podía ser escenificar los momentos más interesantes y dramáticos de la Pasión de Jesucristo, aprovechando que Oliva reúne unos espacios naturales que facilitan la representación.

Cuando la gente empezó a enterarse de lo que el párroco se proponía fueron muchos los escépticos que no se creían que aquello pudiera convertirse en realidad.

Pero pronto se vio que aquello era posible y que podía realizarse. Desde el principio se tuvo el acierto de contar con todos. Todo el mundo podía ser útil tanto en el reparto de los principales papeles como en el montaje de los escenarios. Todas las profesiones y oficios estuvieron presentes desde la primera representación. Y se empezó a andar. Con fallos, que los hubo, pero que se fueron superando. Se había logrado lo que parecía imposible en los primeros años: escenificar la Pasión de Cristo.

En los últimos años, sin romper la continuidad, se ha producido una renovación tanto en los actores como en el personal necesario para los distintos montajes de escenarios. Esta renovación ha sido fundamental para garantizar el futuro de la Pasión Viviente, cuya junta directiva ha tenido el acierto de poner en marcha hace unos años la Pasión Viviente infantil, de manera que ya algunos niños intervienen junto a los adultos como intérpretes.

Este año, a las dificultades normales de cualquier año ha habido que añadir las inclemencias del tiempo. Sobre todo, en la mañana del Viernes Santo. Los pronósticos no fallaron y la lluvia anunciada hizo presencia ya antes del comienzo de los actos previstos. Aún así, con una lluvia que a intervalos no cesó en toda la mañana, se llevó a cabo la escenificación e hizo más meritoria la labor de todos los que intervienen, actores y personal de montaje, a los cuales hay que felicitar un año más.

El éxito alcanzado después de tantos años de celebración ha determinado que el pleno del ayuntamiento aprobase por unanimidad el 25 de marzo solicitar la Declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional para la Pasión Viviente.