Pese a que el Obispado de Coria-Cáceres niega su participación en el asunto y traslada la responsabilidad a la empresa arrendataria, Alcaesar Funercoria SL, lo cierto es que el ayuntamiento se dirigió por escrito a José Antonio Fuentes, deán del Cabildo de la Catedral de Coria, descartando cualquier posibilidad de obtener los permisos. En el escrito remitido por la alcaldesa en funciones, Trinidad Pérez, el 26 de julio, al que ha tenido acceso este diario, se dejaba claro que la licencia debía tramitarse a través de la residencia de ancianos para la prestación de servicios mortuorios sólo a residentes. Pero esto tampoco era posible porque la residencia está en terreno rústico especialmente protegido, carece de licencia de apertura y es ilegal el paso del seminario a la residencia. Además no existen informes previos de actividades clasificadas ni de Sanidad y Consumo que, además, nunca pueden obtenerse por carecer de licencia.