Mil personas, entre vecinos, turistas y visitantes degustaron ayer en Mohedas de Granadilla más de mil kilos de carne de cerdo: morros, costillas, magro y panceta. La matanza se realizó con el propósito de dinamizar turísticamente la zona y dar a conocer una las fiestas familiares más importantes de la población.

Los actos comenzaron a celebrarse a primera hora de la mañana, con el sacrificio de un cerdo de más de 200 kilo de peso y de pura raza ibérica. Tras el sacrificio, los matanchines fueron extrayendo del animal todas las piezas, vísceras, magros, jamones, lomos, pancetas.

Mientras duraba este acto, las mujeres en una sala a parte comenzaban a elaborar las morcillas y poco a poco los embutidos.

Por otra parte, los hombres cocinaban a la plancha y a la brasa los magros y las pancetas, todo alineado con el aceite virgen extra de la población, un alimento que ha sido premiado a nivel nacional en varias ocasiones.

Para poner un punto de animación a la fiesta, una charanga estuvo durante todo el día amenizando con sus canciones la fiestas, un acto que duró hasta altas horas de la madrugada.

La matanza no sólo ha servido para pasar un rato entre los vecinos, "sino para unir a muchas familias que por razones de trabajo tuvieron que emigrar y que llevaban varios años sin verse todas unidas en la población", puntualiza durante el transcurso de la matanza el alcalde, Francisco Batuecas.