Esta es una historia de fraternidad y la suma de dos pasiones: el fútbol y el séptimo arte. La afición de César Martín por el balón y la de su hermano y amigo por la gran pantalla han logrado crear un espacio único en el centro de Cáceres. Los nietos de Fidel García Gutiérrez, coprotagonista de ‘Los operadores del último cine’ --documental de la Filmoteca Española--, han logrado crear un espacio único en el que cada detalle cuenta una historia personal, en el que cada objeto tiene su propia narrativa.

En el número cinco de la calle Doctor Fleming, en plena Madrila Alta, acaba de abrir sus puertas Atrezos, un restaurante para toda la familia. Gambrinus, la cervecería clásica que durante 16 años ha acompañado a varias generaciones, ha reabierto sus puertas convertido en un restaurante donde niños y mayores forjarán sus sueños y compartirán recuerdos.

Entrar en Atrezos es entrar en la Estrella de la Muerte donde Yoda, R2D2 y C3PO te dan la bienvenida. La nave del General Grievous comparte espacio estelar con el Halcón Milenario mientras un stormtrooper de tamaño real vigila la galaxia.

Este primer espacio da paso a un segundo ambiente también inspirado en las estrellas, pero esta vez, del balón. Una colección singular de camisetas de la selección española lucen tras una vitrina. Son camisetas originales, anteriores al invento del merchandising, cuando una equipación de la selección sólo se podía lograr por amistad e intercambio. La más antigua es de 1964 y fue vestida por Carlos Lapetra pero también están las que lucieron Arconada o la que sudó en 1982 el mítico Camacho. En este espacio, dos grandes pantallas a disposición de los amantes del fútbol para vivir entre amigos las tardes de partido.

AMBIENTE FAMILIAR / El tercer espacio está también dedicado a las estrellas pero en esta tercera fase, los protagonistas son las estrellas de la casa. Atrezos es probablemente el único restaurante de la Madrila Alta que dispone en sus instalaciones de un espacio exclusivo para los pequeños. Un parque de bolas hará las delicias de los niños mientras los mayores disfrutan de la sobremesa.

El comedor tiene un ambiente cinematográfico y una de sus paredes está decorada con los grandes carteles de cine del abuelo Fidel. Frente a ella, vigilan los gremlins, el mismísimo ET o el todopoderoso Mazinger Z. Si a la entrada del local nos recibía una de las joyas de Atrezos, --un cartel italiano serie limitada de la Guerra de las Galaxias de 1977-- en este último ambiente encontramos la segunda: un cartel también italiano de Indiana Jones y el Templo Maldito. Y es que en Atrezos, tanto monta, monta tanto, César como Jorge, su hermano.

El restaurante cuenta con una carta de propuestas de elaboración propia para toda la familia, desde pizzas y sandwiches hasta hamburguesas preparadas con carbón de encina o huevos rotos,

Sus promotores insisten en que Atrezos es un lugar vintage, ochentero, alejado de la moda imperante de los clones franquiciados y esencialmente familiar. El restaurante puede dar servicio a 150 comensales y ser reservado para celebraciones de todo tipo. Está abierto todos los días a partir de la una de la tarde.