El rey de España Juan Carlos I abandonó hoy el plenario de la Cumbre Iberoamericana molesto y en protesta por los ataques al ex presidente del Gobierno José María Aznar, a su país y a las supuestas acciones de su servicio exterior, dijeron a Efe fuentes oficiales.Juan Carlos I regresó posteriormente a la ceremonia de clausura.Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, protagonizaron los ataques.El monarca español dejó el plenario mientras Ortega criticaba el comportamiento de la empresa española Unión Fenosa.El rey no estuvo presente durante la interpretación del himno chileno, que cerraba los debates.Antes, Hugo Chávez había atacado a Aznar, acusándole de haber apoyado el golpe de abril de 2002 y de calificarle de nuevo de "fascista".¿Por qué no te callas?El Rey de España espetó hoy, en el Plenario de la Cumbre Iberoamericana, al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, "¿por qué no te callas?", ante las descalificaciones vertidas por éste contra el ex presidente del Gobierno español José María Aznar.Chávez, quien ayer llamó "fascista" a Aznar en las sesiones de la cumbre, insistió hoy en esas críticas, y sostuvo que, en una conversación privada le respondió "esos se jodieron" (sic) al aludir a los países más pobres del mundo.Ante esa intervención, pidió la palabra el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para recordar al líder venezolano que estaba en una mesa con gobiernos democráticos que representan a sus ciudadanos en una comunidad iberoamericana que tiene como principio esencial el respeto."Se puede estar en las antípodas de una posición ideológica y no seré yo quien esté cerca de las ideas de Aznar, pero fue elegido por los españoles y exijo ese respeto", pudo decir Zapatero mientras Chávez intentaba interrumpirle defendiendo su derecho a opinar libremente.Esa actitud de Chávez provocó la intervención del Rey, sentado entre Zapatero y su ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y cerca de Chávez para dirigirse a él y, enojado y señalándole con el dedo, recriminarle: ¿Por qué no te callas?La presidenta de Chile y anfitriona de la cumbre, Michelle Bachelet, tuvo que mediar para intentar evitar que la sesión se convirtiera en un cruce de acusaciones, y cedió de nuevo la palabra a Zapatero, quien insistió en la necesidad de no caer en la descalificación pese a que se discrepe radicalmente de las ideas o comportamientos de otra persona.