El Círculo de la Sanidad ha instado al consejero extremeño del ramo, José María Vergeles, a "pisar el acelerador" para la renovación de los equipamientos tecnológicos de los hospitales y centros de salud.

“Los años de durísima crisis económica obligaron a ajustar el gasto en todos los ámbitos, incluida la sanidad, lo que ha hecho que la renovación tecnológica tuviera que esperar", señala Ángel Puente, presidente de esta asociación sin ánimo de lucro formada por 20 directivos de las principales empresas proveedoras de bienes y servicios del Sistema Nacional de Salud.

Sin embargo, ahora la sanidad pública tiene que "pisar el acelerador" para seguir "a la vanguardia" y continuar ofreciendo la mejor atención sanitaria a los pacientes.

Para progresar en este apartado y en el de la reducción de listas de espera, Puente subraya la necesidad de dotar de "recursos suficientes" al sistema sanitario y de contar con todos los actores implicados en la sanidad, "incluida la vía de la colaboración público-privada", sobre la que a su juicio siguen existiendo numerosos prejuicios "que muchas veces no son ciertos".

En su opinión, siempre que se garantice la gratuidad en la atención sanitaria, la universalidad y la máxima calidad, no se puede despreciar esta vía porque "en determinadas circunstancias puede ayudar a reducir las listas de espera".

En esta línea, considera "esencial" contar con las empresas proveedoras de productos y servicios sanitarios para garantizar la renovación tecnológica, "un ámbito en el que la sanidad privada ha seguido trabajando incluso en los peores años de crisis económica".

Puente subraya además que para reducir listas de espera es fundamental contar con personal sanitario suficiente.

Pide también a las diferentes formaciones políticas que, en materia de salud, trabajen siempre buscando "el mayor consenso posible" y dejando la sanidad fuera de la confrontación política porque "si decimos que la sanidad es la joya de la corona del estado del bienestar, no podemos usarla como moneda de cambio y no podemos dejar a nadie atrás".

Considera que la sanidad extremeña es de la "máxima calidad", aunque tiene que atender sin demora retos "muy importantes", entre los que cita el envejecimiento de la población, la atención a los pacientes con enfermedades crónicas, y una mayor coordinación entre los servicios sociales y sanitarios creando un espacio sociosanitario común que mejore la calidad de vida de los ciudadanos.