Abril. Es la fecha tope que la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales baraja para el traspaso del personal de los centros sociosanitarios de Mérida y Plasencia al Servicio Extremeño de Salud (SES). Estos trabajadores, funcionarios y laborales, pertenecen actualmente al Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) y llevan años esperando la culminación de este proceso.

El departamento que dirige José María Vergeles ha abierto un periodo de participación pública para recabar propuestas de cara a la elaboración del decreto que regulará el traspaso, un texto que según avanza la consejería se acordará con los sindicatos en las correspondientes mesas de negociación. En cualquier caso, el objetivo es tener listo todo el procedimiento administrativo «antes del mes de abril».

Este decreto implica la integración del personal que actualmente desempeña su tarea en los centros sociosanitarios de Plasencia y Mérida (antiguos hospitales psiquiátricos) en el SES, de forma que pasarían a ser personal estatutario. En total, la medida afectaría a 706 trabajadores (373 de Plasencia y 333 de Mérida). En un primer momento mantendrían su condición de laboral o funcionario y por ello «en esta primera fase no implicaría coste».

DESDE 2005 / Cabe recordar que fue en el año 2005 cuando se planteó que los centros de salud mental de Mérida y Plasencia (dependientes entonces de las diputaciones provinciales) pasaran a la Junta de Extremadura, que tres años antes había asumido las competencias sanitarias.

El proceso culminó en el 2008 pero se cerró en falso, ya que el Ejecutivo socialista decidió integrar al personal en el Sepad y no en el SES. Para las plantillas, esto conlleva diferencias salariales importantes (por ejemplo, un auxiliar de enfermería recibiría unos 150 euros por una guardia de Nochevieja en el SES, pero solo 20 euros si pertenece al Sepad) y afecta a complementos retributivos como la carrera profesional. Por ello, desde entonces los afectados están reivindicando el cambio y han venido organizando protestas con los sindicatos.

El motivo de incluir a estos trabajadores en el Sepad fue que en los centros de salud mental de Mérida y Plasencia los pacientes presentaban un alto grado de cronicidad. Entre el 70% y el 80% tenían reconocida una discapacidad o grado de dependencia, prestándose por tanto una atención de carácter sanitaria, pero también asistencial y social. Sin embargo, esta situación ha cambiado en la actualidad.

Según explica la Junta, en los últimos años se ha producido un descenso del número de camas de pacientes mayores debido a la elevada edad media de quienes permanecían ingresados. A ello se suma que el Sepad ha ido desarrollando una red de apoyo social y recursos comunitarios a las personas con trastorno mental grave, en consonancia con las directrices internacionales.

De esta forma, la mayoría de los ingresos de pacientes que se producen ahora en los centros sociosanitarios de Mérida y Plasencia son en su mayoría derivados del SES, una tendencia que además «es previsible que se aumente en los próximos años, dotando a ambos centros de un carácter más específicamente sanitario».

MÉDICOS PSIQUIATRAS / En 2011 ya se dio un primer paso con la integración de 16 médicos psiquiatras en el SES, pero aún quedaban 733 trabajadores. Sin embargo, no fue hasta el 2015 cuando el gobierno del PP retomó el asunto. La Consejería de Salud, con Luis Alfonso Hernández Carrón al frente, trasladó a los sindicatos el borrador de un decreto para hacer efectiva la integración. No obstante, volvió a quedar paralizada tras las elecciones y la vuelta del PSOE a la Junta de Extremadura.

El actual consejero, José María Vergeles, aseguró entonces que el PP «solo traspasó los ladrillos» y que no hizo nada con los 733 trabajadores. El actual titular de Sanidad se comprometió a fijar un nuevo calendario de negociación con los sindicatos para abordar el asunto en mesa sectorial, sin que hasta la fecha se hayan producido avances más allá de la integración de 16 psicólogos clínicos y farmacéuticos en el año 2017.

Hay que recordar también que ese mismo año se produjo la transferencia de las Unidades de Hospitalización Breve y su personal al SES, al abrirse las citadas unidades en los hospitales de Plasencia y Mérida.