Si tienes más de 45 años seguro que tu visión de cerca no es tan buena como lo era antes. Puede que hayas notado que tiene que alejarte la pantalla del móvil para ver bien las letras, o las etiquetas de los precios cuando vas al supermercado ya no están tan nítidas como hace unos años. Esto se debe a que estás empezando a experimentar lo que se llama de forma común: vista cansada. En términos científicos se conoce como presbicia.

Seguro que has oído hablar también de la luz azul, la supuesta radiación dañina que emiten los móviles, tablets y pantallas de ordenador. ¿Verdad?

Estos dos problemas de visión son de los más consultados hoy en día en internet, y en este artículo te vamos a contar un poco más sobre ellos.

La vista cansada es un problema de visión que está ligado a la edad. Aparece a partir de los 40 años, aunque la edad de aparición crítica son los 45. Se produce por que el sistema visual encargado de enfocar los objetos cercanos, pierde su elasticidad: tanto la lente interna del ojo llamada cristalino, como las fibras y músculo que lo ayudan a funcionar, dejan de trabajar correctamente.

Como resultado, el ojo pierde esta capacidad de enfoque de la que ha disfrutado hasta entonces, y dejamos de ver bien de cerca. La presbicia es progresiva, y alcanza su máxima cota alrededor de los 65 años.

Tiene distintas soluciones, las más habituales son las gafas, que pueden ser gafas únicamente para ver de cerca, o gafas progresivas, con las que se pueden ver a todas las distancias.

También existen lentillas para la presbicia, y existe la posibilidad de la cirugía, aunque esta última no está muy extendida debido a la complejidad de los resultados.

El envejecimiento de la población, tanto en nuestra región, como a nivel global, provoca que cada año aumente el porcentaje de personas que tienen este problema visual.

Es frecuente buscar remedios milagrosos en internet, pero los especialistas avisan de la ineficacia de los mismos. Hemos consultado a un optometrista de nuestra región, y nos cuenta lo siguiente:

"La presbicia o vista cansada es un fenómeno fisiológico tan natural como lo pueden ser las arrugas, no hay remedios mágicos ni vitaminas que puedan ayudar a ponerle freno. Unas personas notarán antes sus efectos, otras lo notarán más tarde, pero todos en algún momento sufriremos este problema. Pero hay que dejar muy claro, que no es una enfermedad, sino un proceso natural para el que existen soluciones fáciles"

Para obtener más información visita su blog sobre la presbicia, donde te explica en profundidad el problema y te cuenta las soluciones que hemos mencionado antes. Además te aconseja sobre cómo ahorrar en gafas, con una guía de precios en gafas progresivas y lentillas.

Por otro lado, la "temible" luz azul está en boca de todos, y no falta controversia al respecto.

Hay especialistas que afirman que esta luz es dañina a largo plazo para las células existentes en la retina, que es la parte del ojo que se comunica con el cerebro y le transmite la información sobre lo que vemos.

Otros especialistas dicen que no hay un estudio con un rango temporal que permita hacer esta afirmación tan rotunda. Es decir, los nuevos dispositivos como móviles y tablets tan arraigados en nuestra vida diaria, llevan con nosotros menos de 20 años, con lo cual, afirman, no es posible tener un estudio científico contundente.

Lo que sí parece claro es que este tipo de luz emitida por estos dispositivos, afecta a los ritmos circadianos y, por consiguiente, a la buena calidad de sueño.

La luz azul está presente en la naturaleza, el sol emite un amplio espectro de colores que van desde el ultravioleta hasta el infrarrojo, y cerca del ultravioleta se sitúa este tipo de luz.

La luz azul natural, regula los ciclos de vigilia y sueño, es decir, cuando hay luz azul presente, el organismo interpreta que es de día y cuando va desapareciendo, nuestro cuerpo interpreta que es la hora de irse a dormir.

Esta es una explicación resumida, sobre el efecto que produce sobre nuestro ciclo diario. Pero sirve perfectamente para entender lo siguiente:

Los móviles, tablets y demás, emiten luz azul, por lo que si sometemos a nuestros ojos a este tipo de radiación por la noche, le estaremos diciendo a nuestro organismo que es de día; con lo cual interpretará que todavía no es hora de dormir, y se reducirán las hormonas responsables de que nos entre sueño, entre ellas la melatonina.

Con lo cual nuestra calidad de sueño empeorará.

Sobre este problema, sí que hay estudios avalados por la comunidad científica, así que es una buena opción reducir las horas que pasamos delante de un móvil y otros dispositivos electrónicos antes de irnos a dormir. O en su defecto, y si esto te resulta completamente imposible, pidas consejo a un especialista sobre el uso de gafas contra la radiación azul, que se están poniendo tan de moda.

Desde aquí, te avisamos que no son la panacea, pero que pueden ser una solución provisional. Te remitimos al blog del optometrista antes mencionado, para que veas toda la información que él te aporta sobre la luz azul.

Esperemos que este artículo te haya servido de ayuda, y que acudas a tu profesional de la salud para pedirle más información sobre lo que te acabamos de contar.