Martes Santo en Badajoz. Dos hermandades salieron de sus sedes a cada lado del Guadiana y coincidieron, sin encontrarse, en el Casco Antiguo, para recorrer una tras otra, sin coincidir, la carrera oficial.

Desde la iglesia de San Fernando y Santa Isabel, la cofradía de los ferroviarios adelantó su horario de salida con el Misterio del Calvario a las 19.30 horas para así también poder anticipar su llegada y que el paso con sus dos santos titulares se recogiese en su templo acompañado y no avanzase demasiado la madrugada, que hoy es miércoles y hay que trabajar. Estaba prevista su llegada entre la una y media o las dos de la mañana, según calculaba el capataz, Juan Alberto Moreno. Este año, el paso con la imagen del Santísimo Cristo de la Angustia y María Santísima de la Misericordia se montó por la mañana fuera de la iglesia, en lugar de esperar a que llegara la tarde.

El crucificado había recrecido 30 centímetros al haberlo subido sobre un monte de corcho adornado con flores. Esta cofradía procesiona desde el 2016 con las dos imágenes en el mismo paso, con la dolorosa mirando a su hijo sufriendo en la cruz. Además del trayecto del puente Viejo a la caída del sol, los hermanos de San Fernando sienten con especial fervor el reencuentro con la Virgen de Soledad en su ermita.

Ya resonaban en la margen derecha las notas de la banda del Resucitado procedente de la Estación cuando cientos de devotos colmaban la plaza del Convento de las Descalzas para aguardar la salida de Nuestro Padre Jesús de la Espina y María Santísima de la Amargura, dos de los momentos de mayor emoción de esta procesión del Silencio.

Esta hermandad es la única de toda España que tiene una junta de gobierno compuesta solo por mujeres. Desde hace cinco años Ana Sánchez-Barriga es la hermana mayor, para quien lo más importante de su cofradía no es su rico e importante patrimonio «gracias al trabajo del grupo de señoras que refundó la hermandad», sino «la devoción que se le tiene» a sus dos titulares. El de la Espina es el Cristo más venerado de Badajoz. Este año se han cambiado las andas del paso de la Virgen que se han hecho nuevas para aliviar el peso que soportan los costaleros y las hermanas Ortega han pintado a mano las bolsas petitorias del Cristo y de la Virgen.

Destaca esta hermandad por su solidaridad. En lugar de solicitar claveles rojos para adornar la imagen, el año pasado pidieron leche o su importe para ayudar al Banco de Alimentos y en esta ocasión ha querido destinar el valor de la ofrenda floral a becas para alumnos del Seminario. En lugar de claveles el Cristo llevaba brezo silvestre recogido en el campo, con el tradicional centro de rosas a la Cruz que todos los años regala una devota del Cristo. La imagen salió más sobria pero sin perder un ápice de belleza «y sobre todo con un fin social, que es lo que debemos hacer las hermandades, independientemente de promulgar la devoción de nuestros santos titulares sacándolos a la calle».